Necesito Oración
Quiero contar mi Historia

El consejo del buen padre

Pr. Fabian Ojeda
17/7/2025

Introducción

El amor de un padre por sus hijos es inmenso e inexplicable –en casos generales–, y dentro de sus limitaciones e inexperiencias tratará de darle lo mejor.

Jesús nos enseñó a orar/hablar/relacionarnos con Dios como un Padre, sí, un Padre bueno, y esa debería ser nuestra paz, seguridad, confianza, consuelo y gozo.

Mateo 6:9 “Ora de la siguiente manera: Padre nuestro que estás en el cielo, que sea siempre santo tu nombre.”
Mateo 7:11 “Así que si ustedes, gente pecadora, saben dar buenos regalos a sus hijos, cuánto más su Padre celestial dará buenos regalos a quienes le pidan.”

Él, como el Padre perfecto que es, nos dejó el consejo de su Palabra para ser bendecidos y bendecir a los demás, principalmente a nuestras generaciones. Para ello debemos leer la Biblia, aprender y meditar en ella una y otra vez, para poderla trasmitir. Si lo hacemos a nuestros hijos de niños jamás abandonarán sus enseñanzas.

Proverbios 22:6 “Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán.”
Deuteronomio 6:6–7 “Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego. Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.”

¿Cuáles fueron algunas enseñanzas claves que aprendiste de tu papá?

Llaves de bendición

El rey David había convocado a toda la cúpula más importante de su reino, y ante toda la asamblea da los últimos encargos a su hijo Salomón.

1º Crónicas 28:9 “»Y tú, Salomón, hijo mío, aprende a conocer íntimamente al Dios de tus antepasados. Adóralo y sírvelo de todo corazón y con una mente dispuesta. Pues el Señor ve cada corazón y conoce todo plan y pensamiento. Si lo buscas, lo encontrarás; pero si te apartas de él, te rechazará para siempre.”
1º Crónicas 28:10 “De modo que toma esto en serio; el Señor te ha elegido para construir un templo como su santuario. Sé fuerte y haz el trabajo».”

En estos consejos de David, también encontramos consejos de nuestro Buen Padre para nosotros. Consejos que son llaves para vivir en bendición, y además, dejar un legado en la vida de los demás, y son:

A. Afírmate en tu identidad de hijo

“Tú, Salomón, hijo mio”

David, delante de una gran multitud de personas influyentes de su reino, afirma públicamente la identidad de su hijo Salomón, es como si dijera: ¡Miren todos, él es mi hijo! Su gesto reafirma el valor de ser hijo, más allá de sus acciones o logros. A veces, tendemos a validar a las personas solo por lo que hacen, y no por quienes son.

Ese es Dios, quien delante de una multitud, abrió los cielos y declaró con voz audible cuando Jesús estaba siendo bautizado, y dijo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” Más adelante, cuando Jesús fue tentado en el desierto, y Satanás intentó atacar esa identidad diciendo: “Si eres Hijo de Dios…” Sin embargo, Jesús permaneció firme en su identidad, venció la tentación y, a partir de ahí, comenzó a hacer su ministerio.

Y si aún no lo escuchaste, Dios hoy te dice:

¡Sos mi hijo, te amo, te veo, te reconozco!

B. Ama a Dios

“Conoce íntimamente al Dios de tus antepasados”

1. Conocer a Dios: La intimidad con Dios es personal, no se puede vivir de la intimidad de otro. Cuando conocemos a Jesús conocemos al Padre

Juan 14:6 “Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.”
Juan 14:9 “Jesús respondió: —Felipe, ¿he estado con ustedes todo este tiempo, y todavía no sabes quién soy? ¡Los que me han visto a mí han visto al Padre! Entonces, ¿cómo me pides que les muestre al Padre?”

David amaba profundamente a Dios, y logró transmitir ese amor a Salomón.

Salmo 18:1 “Te amo, Señor; tú eres mi fuerza.”

2. Dios de tus antepasados (Dios de tus padres): Trasmitir a nuestros hijos la vida en Cristo es algo que trasciende generaciones. Ese es el legado que tenemos que dejar a nuestros hijos.

¿Quién fue la persona que te habló de Jesús? ¿Alguien de tus antepasados fue el primero en recibir a Jesús en su corazón o fuiste el primero? ¡Agradece a Dios por esa persona!

C. Sirve a Dios

“Adóralo y sírvelo de todo corazón y con una mente dispuesta”

En el original la palabra es «abád», que significa tanto servicio como adoración. Servir a Dios es la manera de poner en acción adoración a Dios, y eso se enseña desde el ejemplo.

David siempre sirvió, primero, a su papá siendo el único que cuidaba las ovejas; a sus hermanos llevándoles la comida al campo de batalla; al rey tocando el arpa; finalmente, a su pueblo, desde vencer a Goliat hasta pelear y gobernar para servir. En todo eso, David, servía a Dios.

Tenemos que entender que todo es por Él, para Él y de Él. Nuestro ministerio es 24/7 y no solamente los domigos en la Iglesia o una ayuda social. Hay diferentes maneras en que podemos servir a Dios, llevando el mensaje de salvación, sirviendo en la iglesia, financiando su obra, etc.

¿Cómo debemos servir a Dios?

1. De todo corazón : Esto es, corazón integro, sin dobles intenciones y sincero. David era auténtico en su amor a Dios, por eso Dios vio su corazón y dijo a Samuel, yo miro lo que el hombre no ve, el corazón.

Deuteronomio 10:12 “ »Y ahora, Israel, ¿qué requiere el Señor tu Dios de ti? Sólo requiere que temas al Señor tu Dios, que vivas de la manera que le agrada y que lo ames y lo sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma.”

2. Mente dispuesta: con ganas, ánimo, alegría

Colosenses 3:23 “Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente.”
Salmo 100:2 “2 Adoren al Señor con gozo. Vengan ante él cantando con alegría.”

D. Se consciente de Dios

«Pues el Señor ve cada corazón y conoce todo plan y pensamiento«

Vivamos en la conciencia de que Dios está con y en nosotros, el ve lo que hacemos, nuestra intención y nuestro pensamiento. La conciencia de su presencia nos hace vivir en reverencia y devoción.

1. Él ve el corazón, si lo hacemos con amor, con sinceridad, sin hipocresía.

2. Conoce la motivación, si lo hacemos con intensiones incorrectas (reconocimiento, contra alguien, etc.)

A David no le intimidaba que Dios le conozca, para él era algo incomprensible y demasiado maravilloso de que el Rey del Universo, creador de todas las galaxias se interese en mirarlo y conocerlo, por eso decía:

Salmo 139:1–3 “Oh Señor, has examinado mi corazón y sabes todo acerca de mí. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; conoces mis pensamientos aun cuando me encuentro lejos. Me ves cuando viajo y cuando descanso en casa. Sabes todo lo que hago.”

E. Atiende los condicionantes

«Si lo buscas, lo encontrarás; pero si te apartas de él, te rechazará para siempre«

El amor de Dios es inagotable, pero eso no significa que sus bendiciones sean incondicionales, es más, en toda la Biblia encontramos una y otra vez a Dios poniendo condiciones para las bendiciones y las consecuencias de la desobediencia. Un buen padre advierte y disciplina porque ama.

1. Si le buscamos lo encontramos: ¡Esto es una bendición! Dios no se esconde sino que se revela a quien lo busca de corazón. Conocerlo trasforma nuestra manera de pensar y actuar día a día, para vivir en Su buena, agradable y perfecta voluntad. Conocer íntimamente a Dios es nuestra mayor bendición.

Jeremías 29:12–13 “En esos días, cuando oren, los escucharé. Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme.”
Hebreos 4:16 “Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.”

2. Si nos apartamos seremos rechazados: Salomón estaba recibiendo el encargo de ser rey y de construir el templo, pero también la advertencia de que sería rechazado por Dios para esa misión si se alejaba de Él.

Uno puede recibir a Jesús en su corazón pero mientras no someta su voluntad a la obediencia a la Palabra no podrá ser el instrumento útil que Dios pueda usar para Sus propósitos.

Es la práctica: Uno verdaderamente cuenta con quien están cerca, dispuesto, disponible, involucrado. Pero «rechaza» o no considera a quien no están, no aparecen, es inconstante, no avisa, etc. (por más que diga: –contá conmigo–)

2 Timoteo 2:20–21 “En una casa de ricos, algunos utensilios son de oro y plata, y otros son de madera y barro. Los utensilios costosos se usan en ocasiones especiales, mientras que los baratos son para el uso diario. Si te mantienes puro, serás un utensilio especial para uso honorable. Tu vida será limpia, y estarás listo para que el Maestro te use en toda buena obra.”

F. Deja un legado

«De modo que toma esto en serio; el Señor te ha elegido para construir un templo como su santuario. Sé fuerte y haz el trabajo.”

Así como Dios escogió a Salomón para construir su templo, Él te eligió para edificar sobre la vida de las personas, con la Palabra, con tu testimonio, con el misterio que te entregó. Así que sé fuerte y haz el trabajo!

Colosenses 4:17  «Asegúrate de llevar a cabo el ministerio que el Señor te dio».
Ejemplo del legado de David

En la Biblia, podemos ver como generaciones después del rey David, quién también fue escogido por Dios mediante el profeta Samuel, existieron reyes en su linaje que continuaron con su ejemplo y en los caminos de Dios.

  • El rey Salomón recuerda las enseñanzas de su Padre
Proverbios 4:3–4 “Pues yo, igual que ustedes, fui hijo de mi padre, amado tiernamente como el hijo único de mi madre. Mi padre me enseñó: «Toma en serio mis palabras. Sigue mis mandatos y vivirás.”
  • Rey Ezequias (255 años después) 14 generaciones desde David. Dios le dio la victoria contra los Asirios, un ángel mató al ejercito enemigo, Dios le sanó.
2º Reyes 18:3 “Ezequías hizo lo que era agradable a los ojos de Dios, igual que su antepasado David.”
  • Rey Josias (330 años después) 17 generaciones desde David, hallazgo de las escrituras y retomó la adoración.
2º Reyes 22:2 “Él hizo lo que era agradable a los ojos del Señor y siguió el ejemplo de su antepasado David; no se apartó de lo que era correcto.”
  • ¡JESÚS, quien tiene la llave para del reino! Él tiene la autoridad para dar salvación y sin Él nadie puede entrar al reino.
Apocalipsis 3:7 “»Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Filadelfia. Este es el mensaje de aquél que es santo y verdadero, el que tiene la llave de David. Lo que él abre, nadie puede cerrar; y lo que él cierra, nadie puede abrir:”

JESÚS ES EL LEGADO QUE DEBEMOS DEJAR EN LOS DEMÁS

Conclusión

Dios, como Padre bueno y perfecto, nos ha mostrado el modelo de amor, identidad, enseñanza y legado que debemos seguir. Aunque somos imperfectos, Su Espíritu en nosotros nos capacita para ser personas que bendicen, guían y marcan generaciones. Hoy tenemos en nuestras manos las llaves que abrirán puertas de bendición o maldición para nuestra descendencia. Seamos intencionales en dejar un legado eterno: conocer, amar y servir a Dios con todo el corazón. Así como David lo hizo con Salomón, nosotros también podemos impactar generaciones… si tomamos en serio el llamado y hacemos el trabajo, sabiendo que Jesús, es la llave que nos abre el camino al Reino.

¿Qué decisiones concretas podés tomar hoy para empezar a construir un legado de fe y bendición?

Escuchanos en