Necesito Oración
Quiero contar mi Historia

El encuentro que transforma

Pr. Fabian Ojeda
20/7/2025

Introducción

No hay decisión más importante que entregarle nuestra vida a Jesús, y eso nos transforma completamente. No es un cambio superficial, ni un ajuste de conducta: es un cambio profundo, una renovación completa del corazón. Es recibir un regalo inmerecido, ser reconciliados con Dios, comenzar una nueva vida y convertirnos en sus hijos; literalmente recibimos una nueva naturaleza.

Pero… ¿qué significa realmente ser transformados? ¿Cómo sabemos si solo creemos en Dios o si fuimos verdaderamente salvos?

La salvación es un regalo que:

1. Nos reconcilia con Dios

2 Corintios 5:18–19 : «18 Y todo esto es un regalo de Dios, quien nos trajo de vuelta a sí mismo por medio de Cristo. Y Dios nos ha dado la tarea de reconciliar a la gente con él. 19 Pues Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando más en cuenta el pecado de la gente. Y nos dio a nosotros este maravilloso mensaje dereconciliación

Jesús no vino a mejorar personas buenas, vino a salvar pecadores.
Él no te busca para cambiarte de religión, sino para reconciliarte con el Padre.

2. Nos da aliento en un mundo de confusión

PEDRO predicó diciendo:

Hechos de los Apóstoles 3:19 (RVR) «Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio«

La palabra «refrigerio» (anápsuxis) en griego significa: respiro, alivio, descanso, recuperación del aliento.

3. Y nos convierte por medio del misterio de la regeneración.

2 Corintios 5:17 «17 Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado, ¡una nueva vida ha comenzado!»
Colosenses 1:27 «27 Pues él quería que su pueblo supiera que las riquezas y la gloria de Cristo también son para ustedes, los gentiles. Y el secreto es: Cristo vive en ustedes. Eso les da la seguridad de que participarán de su gloria.»

Cuando recibimos a Jesús somos una nueva creación, o sea, nacemos de nuevo, y es lo que Jesús le explicó a Nicodemo.

Juan 3:6 NTV «El ser humano sólo puede reproducir la vida humana, pero la vida espiritual nace del Espíritu Santo.»

Cuando nos volvemos a Dios verdaderamente por la fe en Jesús, nacemos de nuevo.

¿Cómo describirías tu vida antes de conocer a Jesús?

La historia de la conversión de Pablo es uno de los mayores ejemplos de una verdadera transformación luego de tener un encuentro real con Jesús.

Conversión de Pablo

1. Todos tenemos un “antes de Cristo”

Hechos de los Apóstoles 9:1–2 «1 Mientras tanto, Saulo pronunciaba amenazas en cada palabra y estaba ansioso por matar a los seguidores del Señor. Así que acudió al sumo sacerdote. 2 Le pidió cartas dirigidas a las sinagogas de Damasco para solicitarles su cooperación en el arresto de los seguidores del Camino que se encontraran ahí. Su intención era llevarlos —a hombres y mujeres por igual— de regreso a Jerusalén encadenados.»

Saulo/Pablo era tenaz y decidido, comprometido con su objetivo, organizado, sujeto a sus autoridades, solo que del bando equivocado.

El odio de Saulo por los cristianos (Los del Camino) era insaciable, generó miedo y dispersión de la iglesia en Jerusalén. Aquí vemos claramente que siempre hubo y habrá oposición al avance del Reino de Dios.

La historia de Saulo de Tarso (luego Pablo) es un testimonio poderoso de cómo Jesús puede transformar incluso al más alejado.

2. Pero Jesús sale a nuestro encuentro

Hechos de los Apóstoles 9:3–8 «3 Al acercarse a Damasco para cumplir esa misión, una luz del cielo de repente brilló alrededor de él. 4 Saulo cayó al suelo y oyó una voz que le decía: —¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues? 5 —¿Quién eres, señor? —preguntó Saulo. —Yo soy Jesús, ¡a quien tú persigues! —contestó la voz—. 6 Ahora levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer. 7 Los hombres que estaban con Saulo se quedaron mudos, porque oían el sonido de una voz, ¡pero no veían a nadie! 8 Saulo se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos, estaba ciego. Entonces sus acompañantes lo llevaron de la mano hasta Damasco.»

En un momento clave, Jesús detiene a Saulo con una luz y una voz: “¿Por qué me persigues?”. Pablo tenía una misión pero Jesús lo llamaba a ser parte de Su misión.

No fue una conversación teológica, ni una explicación extensa. Fue una experiencia directa con el Señor que confrontó a Saulo en su interior.

Así Jesús obra muchas veces con nosotros: cuando menos lo esperamos, en medio de decisiones, búsquedas o errores, Él aparece y cambia el rumbo.

3. Nos entrega una nueva misión

La nueva misión que Jesús le entregó a Pablo, fue su llamado hacia los gentiles.

Hechos de los Apóstoles 26:18 «para que les abras los ojos, a fin de que pasen de la oscuridad a la luz, y del poder de Satanás a Dios. Entonces recibirán el perdón de sus pecados y se les dará un lugar entre el pueblo de Dios, el cual es apartado por la fe en mí”.»

Abrir los ojos: Él quedó ciego y entendió que es la situación de alguien sin Dios

Pasen de la oscuridad a la luz: En su encuentro una gran luz resplandeció alrededor de él para que sepa que Jesús era la verdadera luz de este mundo. Hay un traspaso de un reino a otro.

1 Pedro 2:9 b“… pues él los ha llamado a salir de la oscuridad y entrar en su luz maravillosa.»

4. Pasamos de autosuficientes a obedientes y dependientes

Luego del encuentro de Pablo con Jesús, debido a la ceguera, lo tuvieron que llevar de la mano. Así mismo son nuestros primeros pasos de fe, buscando ser guiados en nuestro camino. Hay gente que nos va a ayudar mientras nuestra visión no es clara.

En esta historia, Ananías comenzaría a edificar sobre su vida.

Hechos de los Apóstoles 9:17–18 «17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. 18 Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.»

Pablo obedeció el mandato que le había dado Jesús al visitar a Ananías.

La conversión real rinde el control. Ya no se trata de nuestros planes o ideas sino de caminar paso a paso con Jesús, dependiendo de Él.

A veces queremos que Dios nos muestre toda la película, pero Él solo revela el siguiente paso: eso desarrolla fe, dependencia y obediencia.

5. Nos volvemos sus instrumentos por su gracia, misericordia y paciencia.

Dios no solo perdonó a Saulo… lo comisionó. No solo lo salvó del pasado, le dio un propósito eterno. Eso es lo que hace la gracia: no solo nos limpia, nos envía.

Gálatas 1:13 «Ustedes saben cómo me comportaba cuando pertenecía a la religión judía y cómo perseguí con violencia a la iglesia de Dios. Hice todo lo posible por destruirla.

1 Timoteo 1:12–17 «12 Le doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, quien me ha dado fuerzas para llevar a cabo su obra. Él me consideró digno de confianza y me designó para servirlo, 13 a pesar de que yo antes blasfemaba el nombre de Cristo. En mi insolencia, yo perseguía a su pueblo; pero Dios tuvo misericordia de mí, porque lo hacía por ignorancia y porque era un incrédulo. 14 ¡Oh, qué tan generoso y lleno de gracia fue el Señor! Me llenó de la fe y del amor que provienen de Cristo Jesús. 15 La siguiente declaración es digna de confianza, y todos deberían aceptarla: «Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores», de los cuales yo soy el peor de todos. 16 Pero Dios tuvo misericordia de mí, para que Cristo Jesús me usara como principal ejemplo de su gran paciencia con aun los peores pecadores. De esa manera, otros se darán cuenta de que también pueden creer en él y recibir la vida eterna. 17 ¡Qué todo el honor y toda la gloria sean para Dios por siempre y para siempre! Él es el Rey eterno, el invisible que nunca muere; solamente él es Dios. Amén.»

Saulo, ahora Pablo, pasó de perseguidor a predicador, de destructor de iglesias a edificador del cuerpo de Cristo. Su historia es prueba de que Dios puede usar incluso a los más rotos o equivocados… si hay un corazón arrepentido y rendido.

Conclusión

La verdadera conversión no es solo un cambio externo, ni religioso, ni una decisión superficial. Es el resultado de un encuentro real con Jesús. Cuando Él nos llama por nombre, su gracia nos confronta, nos transforma y nos envía con propósito.

Saulo, que perseguía a los cristianos, fue alcanzado por esa gracia. Lo que parecía un enemigo del Reino, fue transformado en un instrumento poderoso para Dios. Y esto no ocurrió por mérito propio, sino por la misericordia y paciencia de Cristo (1 Timoteo 1:16). Lo mismo puede hacer hoy con cualquiera de nosotros.

No importa cuán lejos hayas estado, o lo roto que sientas tu pasado. Jesús no vino a mejorar personas buenas, sino a dar vida nueva a los pecadores. Él te llama hoy, no para condenarte, sino para reconciliarte con el Padre y usar tu vida para su gloria.

Escuchanos en