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Familias llenas de Gracia

Pr. Fabian Ojeda
16/11/2025

Introducción

Al acercarnos al cierre del año, aprovechemos el tiempo para detenernos y agradecer a Dios. Al mirar hacia atrás, vemos que probablemente pasamos por momentos difíciles y también por otros maravillosos. Pudimos haber ganado cosas, perdido otras, pero en cada etapa crecimos, maduramos y desarrollamos paciencia, coraje y resistencia. Todo ayuda a bien cuando amamos al Señor y eso también nos lleva a cumplir el propósito al cual fuimos llamados.

Romanos 8:28 "Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de los que lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos."

Por eso, debemos ser personas agradecidas que reconocen que todo lo que tiene es un regalo de Dios.

La palabra GRACIAS deriva de la palabra GRACIA, ocurre lo mismo en el latín “gratia” como del griego “charis”. Gracia es el favor inmerecido, benevolencia, don, bondad; entonces "Gracias" es la respuesta a esa gracia recibida.

Una familia agradecida, es una familia llena de gracia.

¿Cómo vives la gracia de Dios en tu día a día?

Necesitamos gracia en la familia

Una familia plena no es producto de la suerte, ni siquiera asistir a la iglesia garantiza armonía hogar. La verdadera gracia se derrama cuando Jesús ocupa el centro.

Sin Su presencia, un hogar termina siendo una familia “sin gracia”… y muchas veces vivir en eso hasta se convierte en una desgracia. Esa es la realidad hoy en muchos hogares, lugares donde no hay paz, hay gritos, insultos, humillaciones, ofensas, desconfianza. Lugares donde los hijos y los padres no logran comunicarse, parejas duermen separados, donde todos prefieren no regresar. Por eso, todos necesitamos a Jesús.

Salmo 127:1 "Si el Señor no construye la casa, el trabajo de los constructores es una pérdida de tiempo. Si el Señor no protege la ciudad, protegerla con guardias no sirve para nada."

Antes de pedir cambios, empecemos dando gracias por la familia que Dios nos dio.

En la Biblia encontramos una familia que muchas veces pasa desapercibida, pero su matrimonio y su hogar son un gran ejemplo de una casa llena de la Gracia de Dios.

La familia de Zacarías y Elisabet

De este hermoso matrimonio podemos aprender cosas muy importantes:

1. Se unieron en un mismo yugo

Ambos pertenecían a familias sacerdotales. Compartían fe, propósito y una misma dirección espiritual. Un matrimonio prospera cuando ambos tiran hacia el mismo lado, con Jesús como fundamento. Solteros, seguir este consejo bíblico te salvará de muchos problemas a futuro.

Lucas 1:5 "Cuando Herodes era rey en Judea, hubo un sacerdote judío llamado Zacarías. Era miembro del grupo sacerdotal de Abías; y su esposa, Elisabet, también pertenecía a la familia sacerdotal de Aarón."
Amós 3:3 "3 ¿Pueden dos caminar juntos sin estar de acuerdo adonde van?"

¿Qué significa para vos “caminar en la misma dirección” como familia?

2. Se mantuvieron unidos ante las adversidades

Eran justos y obedientes, pero enfrentaban una profunda tristeza: no tenían hijos, y ya eran ancianos. En tiempos bíblicos, no tener hijos era una de las cargas más pesadas emocional, social y espiritualmente que una persona podía llevar. Para un matrimonio como Zacarías y Elisabet, la infertilidad representaba dolor, vergüenza social, la inseguridad de no tener un heredero e incluso la sensación de que podían haber sido castigados por Dios (aunque no fuera así).

Lucas 1:6–7 "6 Zacarías y Elisabet eran justos a los ojos de Dios y cuidadosos en obedecer todos los mandamientos y las ordenanzas del Señor. 7 No tenían hijos porque Elisabet no podía quedar embarazada y los dos eran ya muy ancianos."

En lugar de dividirlos, ellos estaban unidos. La adversidad no rompió su hogar, lo fortaleció y aún así ellos se mantuvieron justos ante los ojos de Dios.

Muchas veces, ante las adversidades, damos lugar a reclamos, recriminaciones y culpables en el hogar, en lugar de juntos buscar la solución o darnos la contención que se necesita en el momento.

3. Mantuvieron su devoción a Dios.

La devoción de Zacarías y Elisabet no era algo superficial ni circunstancial; era un estilo de vida. Ellos no dejaron de servir, buscar y honrar a Dios, aun cuando habían pasado años sin ver la respuesta que tanto anhelaban; su dolor no apagó su fe.

Lucas 1:8–10 "8 Cierto día, Zacarías se encontraba sirviendo a Dios en el templo, porque su grupo de sacerdotes estaba de turno esa semana. 9 Como era costumbre entre los sacerdotes, le tocó por sorteo entrar en el santuario del Señor y quemar el incienso. 10 Mientras el incienso se quemaba, una gran multitud estaba afuera orando."

Una familia con gracia entiende que la devoción no depende de cómo se sienten ni de lo que están viendo, sino de quién es Dios.

La devoción sostiene al hogar cuando la espera se vuelve larga.
La devoción crea un ambiente donde Dios puede hablar, moverse y traer respuesta.

¿Por qué crees que la devoción a Dios sostiene a una familia?

Zacarías estaba adorando en el templo el mismo día en que Dios decidió intervenir. Eso nos recuerda que nunca sabemos cuándo la fidelidad cotidiana se convertirá en un encuentro sobrenatural.

Porque como una familia con gracia, Zacarías y Elizabet:

4. Hallaron respuestas en sus oraciones

Mientras Zacarías cumple con su rutina espiritual, Dios irrumpe en su día con una respuesta extraordinaria. El ángel no sólo aparece, sino que declara algo que cambia todo: “Dios ha oído tu oración.”

Lucas 1:11–13 "11 Y mientras Zacarías estaba en el santuario, se le apareció un ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. 12 Cuando Zacarías lo vio, se alarmó y se llenó de temor, 13 pero el ángel le dijo: —¡No tengas miedo, Zacarías! Dios ha oído tu oración. Tu esposa, Elisabet, te dará un hijo, y lo llamarás Juan."

Zacarías y Elisabet ya eran ancianos y desde la perspectiva humana, la respuesta parecía tardía o incluso imposible. Pero Dios no llega tarde, Dios siempre llega justo a tiempo y cuando Él responde, lo hace de una manera que revela su gloria y propósito.

Dios les dio a Juan:

  • un profeta
  • un precursor del Mesías
  • un hombre lleno del Espíritu Santo desde el vientre
  • alguien que prepararía el camino del Señor

Dios no solo les dio un hijo; les dio un propósito.

El nombre de Juan viene de “Yohanan”, que significa: “Dios ha dado gracia.” Antes que Juan fuese engendrado ya había sido escogido para un propósito divino, antes de nacer Dios ya te escogió para un gran propósito.

Efesios 1:4 "4 Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos."

5. Recibieron y contagiaron gozo

La gracia de Dios en una familia produce alegría en el hogar, y es un gozo que afecta a los demás.

Lucas 1:14–15 "Tendrás gran gozo y alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento, 15 porque él será grande a los ojos del Señor. No deberá beber vino ni ninguna bebida alcohólica y será lleno del Espíritu Santo aun antes de nacer."

Nada puede explicar el gozo que sentimos cuando somos llenos del Espíritu Santo, también Elisabet fue llena del ES cuando Maria fue a visitarla (Lc.1.41), y Zacarías fue lleno cuando pudo recobrar el habla y empezó a profetizar (Lc.1.67).

¿Alguna vez experimentaste el gozo del Señor que transforma el ambiente de una casa? ¿Cómo fue tu experiencia?

6. Unieron generaciones y los guiaron a Jesús

La gracia de Dios tiene el poder de derribar años de distancia en un momento, de traer perdón donde había resentimiento y de volver a unir lo que parecía perdido.

El corazón de los padres y los hijos puede alejarse por muchas razones: heridas no sanadas, palabras duras, falta de perdón, expectativas no cumplidas, malos entendidos Pero una de las marcas más hermosas de la gracia de Dios en un hogar es que restaura lo que el pecado y el dolor habían roto. Cuando el ángel anuncia el ministerio de Juan, no solo está hablando de su llamado profético, sino del impacto que la gracia de Dios tendría dentro de las familias.

Lucas 1:17 "17 Será un hombre con el espíritu y el poder de Elías; preparará a la gente para la venida del Señor. Inclinará el corazón de los padres hacia los hijos y hará que los rebeldes acepten la sabiduría de los justos."

La obra de Dios en Zacarías y Elisabet no terminó en ellos: afectó a Juan, y a través de Juan, afectó a las generaciones venideras.

Conclusión

La gracia de Dios es una realidad que transforma hogares, restaura corazones y marca generaciones enteras. Puede que en tu familia haya tensiones, silencios o batallas, pero cuando Jesús es el centro de tu hogar podrás ver sus obras y milagros así como lo hizo con Zacarías y Elisabet.

Terminemos este año con gratitud, reconociendo que todo lo bueno que tenemos viene de Él, para así poder ser familias llenas de gracia.

¿Qué es lo que más agradeces a Dios por tu familia en este año?

¿Qué decisión concreta podés tomar hoy para que Jesús sea más visible en tu casa?

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