Guiados por el Espíritu

Introducción
A veces queremos tener todo bajo control, pero eso solo nos agota. Vivir guiados por el Espíritu es como ser un avioncito de papel en manos del viento, según la ley de la gravedad, debería caer al suelo, pero hay una ley superior que no solo la sustenta sino que la lleva de un lugar a otro lugar.
Juan 3:8 RV60 “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.”
Jesús le explica a Nicodemo (un importante religioso judío) que los nacidos del Espíritu son guiados por Él.
El Espíritu Santo nos lleva donde Él quiere. Y aunque no lo podamos ver podemos oír su voz.
Con Él no siempre sabremos de dónde viene ni hacia dónde va, porque el Espíritu obra más allá de lo que podemos imaginar. El futuro está en sus manos; lo nuestro es confiar.
Romanos 8:14 “Pues todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.”
¿Alguna vez estuviste en una situación donde no sabías exactamente a dónde ibas, pero tuviste que confiar en una guía externa? ¿Cómo te sentiste al depender totalmente de esa guía?¿Qué diferencia notás cuando tomás decisiones vos solo, y cuando orás para ser guiado por el Espíritu?
Hechos de los Apóstoles 16:1–5
¹ Pablo fue primero a Derbe y luego a Listra, donde había un discípulo joven llamado Timoteo. Su madre era una creyente judía, pero su padre era griego.
² Los creyentes de Listra e Iconio tenían un buen concepto de Timoteo,
³ de modo que Pablo quiso que él los acompañara en el viaje. Por respeto a los judíos de la región, dispuso que Timoteo se circuncidara antes de salir, ya que todos sabían que su padre era griego.
⁴ Luego fueron de ciudad en ciudad enseñando a los creyentes a que siguieran las decisiones tomadas por los apóstoles y los ancianos de Jerusalén.
⁵ Así que las iglesias se fortalecían en su fe y el número de creyentes crecía cada día.
Cuando somos guiados por el Espíritu Santo:
1. Prestamos atención a cada lugar al que vamos.
“Pablo fue primero a Derbe y luego a Listra, donde había un discípulo joven llamado Timoteo”
Pablo estaba comenzando su segundo viaje misionero, esta vez con Silas como compañero. Seguramente pasó por Listra para saludar a la familia de Timoteo —Eunice y Loida— que quizás se cree que se habían convertido en su primer viaje.
Aunque en Listra no ocurrieron hechos tan impresionantes como los que vendrían más adelante —como el terremoto que abrió la cárcel en Filipos, el discurso ante los filósofos en Atenas, o la visión del hombre macedonio que redirigió la misión hacia Europa—, si sucedió algo muy importante: Pablo llamó a Timoteo para que lo acompañara.
A simple vista, parecía una parada más en el camino, nada fuera de lo común. Pero Pablo estaba con los ojos abiertos, atento a lo que Dios podía estar haciendo.
A veces, lo que parece “normal” puede ser el escenario de algo extraordinario si somos sensibles a la dirección de Dios.
2. Vemos lo “improbable” con los ojos de Cristo
“Su madre era una creyente judía, pero su padre era griego”
Para los judíos, la mezcla de raza era mal vista. Timoteo pudo haber crecido con muchos complejos ante una sociedad que lo juzgaba.
A través de los ojos humanos, Timoteo estaba lleno de improbabilidades:
Posiblemente tenia temores y timidez
1 Corintios 16:10 “Cuando llegue Timoteo, no lo intimiden. Él hace la obra del Señor igual que yo.”
Puede que haya tenido luchas en cuanto a su llamado
2 Timoteo 1:6 “Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio cuando te impuse mis manos.”
Atravesaba enfermedades
1 Timoteo 5:23 “No bebas agua solamente. Deberías tomar un poco de vino por el bien de tu estómago, ya que te enfermas muy seguido.”
De la misma forma, nosotros también podríamos estar rodeados de improbabilidades.
¿Cuáles son algunos "improbables"?
- Personas:
Pablo podía ver a las personas con los ojos de la fe
2 Corintios 5:16 “Así que hemos dejado de evaluar a otros desde el punto de vista humano. En un tiempo, pensábamos de Cristo sólo desde un punto de vista humano. ¡Qué tan diferente lo conocemos ahora!”
David también era un improbable. Olvidado entre las ovejas, nadie pensaba en él como rey. Pero Dios sí. Y con 400 hombres igual de improbables —endeudados, afligidos y rechazados— formó un ejército de valientes. Dios ve lo que otros no ven y usa a quienes el mundo descarta.
1º Samuel 22:2 “Luego, otros comenzaron a llegar — hombres que tenían problemas o que estaban endeudados o que simplemente estaban descontentos — y David llegó a ser capitán de unos cuatrocientos hombres.”
- Negocios, Ministerio, Proyectos
Isaías 41:10 “No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.”
- Yo mismo
2 Corintios 3:5 “No es que pensemos que estamos capacitados para hacer algo por nuestra propia cuenta. Nuestra aptitud proviene de Dios.”
Recordemos que nuestra capacidad no viene de nosotros mismos, sino del poder de Dios que actúa en nosotros. Una y otra vez, la Biblia nos muestra personas que no se sentían capaces, pero que fueron usadas por Dios de manera poderosa.
Dios eligió a Timoteo para cosas grandes. Timoteo fue coautor con Pablo de las cartas de Filipenses, Colosenses y Filemón; hasta se puede ver que la última carta que Pablo escribió fue a Timoteo.
¿Qué cosas de tu pasado o tu personalidad te han hecho sentir “improbable” o no apto para ser usado por Dios?
3. Elegimos nuestras batallas
“de modo que Pablo quiso que él los acompañara en el viaje. Por respeto a los judíos de la región, dispuso que Timoteo se circuncidara antes de salir, ya que todos sabían que su padre era griego”
Gálatas 5:2 “¡Presten atención! Yo, Pablo, les digo lo siguiente: si dependen de la circuncisión para hacerse justos ante Dios, entonces Cristo no les servirá de nada.”
Puede parecer una contradicción que Pablo haya pedido que Timoteo se circuncidara para acompañarlo, especialmente considerando que él defendía con firmeza que no era necesario hacerlo para los creyentes. De hecho, en este segundo viaje, Pablo llevaba consigo una carta desde Jerusalén que confirmaba justamente eso. Además, a Tito no lo hizo circuncidar (Gálatas 2:3). Entonces, ¿cómo se explica esta aparente contradicción?
El Espíritu Santo nos enseña que batallas pelear y cuales no.
Pablo defendía que la circuncisión no justificaba a los gentiles, pero era sabio para cuidar que nada sea de tropiezo para que el mensaje llegue a todos.
Estar dispuesto a hacer renuncias nos hace grandes.
¡No se trata de ser relativos, se trata de ser relevantes!
“No pelees para tener la razón, pelea para alcanzar un propósito”
4. Trabajamos en unidad
“Luego fueron de ciudad en ciudad enseñando a los creyentes a que siguieran las decisiones tomadas por los apóstoles y los ancianos de Jerusalén”
Por medio del Espíritu Santo somos parte de un cuerpo, debemos trabajar unidos, no como “llanero solitario”.
Pablo caminaba bajo cobertura espiritual de los apóstoles de Jerusalén (líderes) y también sumó a Timoteo a su equipo (discípulo).
“Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos ve acompañado”
Dicho Africano
“El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo gana campeonatos.”
Michael Jordan
5. Los resultados se elevan
“Así que las iglesias se fortalecían en su fe y el número de creyentes crecía cada día”
- Donde hay obediencia al Espíritu Santo hay fruto.
- No hay estancamiento donde sopla el Espíritu Santo.
Si no estamos viendo el fruto de Dios en nuestras vidas, tal vez aún estamos viviendo a nuestra manera. Porque cuando vivimos a la manera de Dios… ¡lo cotidiano se vuelve extraordinario!
Conclusión
Juan 15:7–8 “Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran, ¡y les será concedido! 8 Cuando producen mucho fruto, demuestran que son mis verdaderos discípulos. Eso le da mucha gloria a mi Padre.”
Juan 15:11 “Les he dicho estas cosas para que se llenen de mi gozo; así es, desbordarán de gozo.”
Cuando dejamos de vivir a nuestra propia manera y comenzamos a vivir guiados por el Espíritu Santo, lo improbable se vuelve posible, lo común se transforma en extraordinario y nuestra vida encuentra propósito eterno. Dios no busca perfectos, busca disponibles.
Como un avioncito que se entrega al viento, nuestra tarea no es controlar el rumbo, sino rendirnos a la dirección de Aquel que sabe adónde llevarnos. El Espíritu Santo no solo nos guía, sino que nos conecta con otros, nos enseña qué batallas pelear, y nos impulsa a dar fruto que permanece. Hoy es tiempo de soltar el timón y decirle: “Llevame donde vos quieras”.
¿Qué parte de tu vida sentís que aún estás manejando vos?